Durante la víspera de la Inmaculada es conocidísima en Sevilla la ofrenda floral que hacen las tunas de diferentes universidades a la Virgen en la Plaza del Triunfo. Sin embargo, no es tan conocida, aunque cada día va creciendo más el interés, otra ofrenda a la Virgen de la Inmaculada por parte del llamado Tercio de Olivares que se hace esa misma noche y que comienza con un llamativo desfile por las calles del casco antiguo de la ciudad.
La historia del Tercio de Olivares, a pesar de lo que se pueda pensar, es muy reciente. Hablamos de una asociación cultural y de recreación histórica que nace hace unos siete años en el pueblo aljarafeño de Olivares y que recrea los tercios de infantería que existieron en España en los siglos XVI y XVII. El motivo es la relación de don Gaspar de Guzmán, Conde Duque de Olivares, con los tercios españoles que, no eran otra cosa, que formaciones militares de la época que por sus victorias, gozaron de bastante prestigio.
Al parecer, este Conde Duque de Olivares tuvo una fuerte influencia en la evolución de los tercios en cuanto a que impulsó nuevas técnicas de lucha, modernizó el armamento e incluso, llegó a subir los sueldos a los soldados.
Puede parecer paradójico, pero este tercio llamado “de Olivares” nunca existió. Su nombre alude solo a la procedencia de dicha asociación. Uno de los objetivos de la misma es difundir la existencia del personaje histórico del Conde Duque, su vinculación con el pueblo de Olivares y por tanto, la posible repercusión en el aumento de turismo en la zona.
Otro de los objetivos, que resulta quizás el más llamativo y cultural, es el de la recreación fiel de los ropajes de los siglos XVI y XVII: contratan a sastres y modistas que hacen perfectas copias de cuadros del Prado. Para ello cuentan con una “Comisión de vestiduras” que estudia el detalle de las prendas y eso que, ellos mismos nos lo aclaran en algunas entrevistas publicadas, debemos tener en cuenta la dificultad añadida de que los tercios militares españoles anteriores a Carlos III no contaban con reglamentación establecida en uniformes.
Los personajes que podemos ver en sus desfiles son muy variados y las vestimentas algunas son de muy difícil elaboración. Desde frailes y damas de la nobleza, pasando por todos los rangos de soldados y hasta músicos de la época. Los trabajos de estos trajes pueden tardar meses y resultan bastante caros, como reconocen ellos mismos: algunos rondan los tres mil euros.
No hace mucho, concretamente en diciembre de 2022, podíamos leer en una entrevista para un periódico sevillano a su presidente, Francisco Pérez, cómo había aumentado de veintidós socios que desfilaron en 2019 la víspera de La Inmaculada a cincuenta y seis. También dejaban entrever lo orgullosos que se sentían de la acogida de la ciudad de Sevilla a la instauración de esta nueva tradición añadida a la de las tunas que todos conocemos. Y es que el desfile del Tercio de Olivares que parte del Salvador, tomando después la calle Sierpes hasta la Plaza de San Francisco y que acaba en el monumento de la Inmaculada con una ofrenda floral a la virgen y el rezo de la Salve, es cada año más esperado en la ciudad hispalense.
Pero no es el único acto que hace esta asociación en Sevilla. Además del desfile en honor a la Virgen de la Inmaculada, patrona de la infantería, vienen protagonizando otro desfile desde hace unos años: se trata de la conmemoración del aniversario del nacimiento del pintor Velázquez quien inmortalizó al Conde Duque en su famoso retrato ecuestre. En esta ocasión, el 6 de junio, parten de La Casa de Pilatos y llegan a la casa natal del que fuera el pintor del rey Felipe IV y que naciera en 1599 en la actual calle Luis María Llop, número 4, antigua calle de la Gorgoja.
También el 8 de septiembre de 2022, en recuerdo al Vº aniversario de la primera vuelta al mundo, protagonizaron una sonada recreación de la llegada de Juan Sebastián el Cano a Sevilla. Estas actividades culturales los han ido haciendo más conocidos en la ciudad.
Resulta un desfile muy atrayente el de la asociación, bajo nuestro punto de vista, no solo por la recreación sino también por la música que les acompaña que no es otra que la de profesores y estudiantes del Conservatorio Municipal. Sin ir más lejos, estos últimos actos de diciembre de este pasado año iban acompañados además de por los músicos, por una soprano y un contratenor. Con este rigor cultural e histórico, desfila el Tercio de Olivares en estas dos esperadas ocasiones: el aniversario del nacimiento de Velázquez y la noche de la Inmaculada que es cuando conmemoran el milagro de la Batalla de Empel.
Pero, ¿qué se recuerda de la Batalla de Empel y cuál es la leyenda que rodea a la Virgen de la Inmaculada que tiene relación directa con los tercios?
Pues según nos cuentan las crónicas, la leyenda es la siguiente:
“El día 7 de diciembre de 1585 ocurrió un milagro que sería recordado después por los españoles como el “Milagro de Empel”. Nos referimos a la Guerra de los Ochenta Años, cuando el Maestre de Campo Francisco Arias de Bobadilla y el Tercio Viejo de Zamora de cinco mil hombres (o Tercio de Flandes) combatieron en la Isla de Bommel, entre los ríos Mosa y Waal, en lo que hoy es territorio holandés.
El almirante Filips van Hohenlohe-Neuenstein los tenía totalmente cercados en esa porción de tierra entre ambos ríos. El tercio sufría de hambre por escasez de víveres, esto sumado a un frío terrible dada la época del año y las lluvias de la zona que eran incesantes. Los cronistas apuntan que no contaban ni siquiera con ropa seca. Es entonces, cuando el jefe de las tropas enemigas pide la rendición pero los de Francisco Arias contestaron en pocas palabras que hablarían de capitulación después de muertos. Tales eran la valentía y el arrojo por los que fueron bien conocidos estos soldados.
El almirante probó pues con una técnica que se utilizaba a menudo en las batallas y que consistía en abrir diques y hacer que la zona donde estaban acampados se inundase. El Tercio de Flandes quedaría en un reducido espacio sobre un pequeño monte o loma de la isla de Empel. Es cuando sucedió el sorprendente hallazgo y es que uno de los soldados que se encontraba cavando una trinchera encontró una tabla enterrada con la imagen de la Virgen de la Inmaculada pintada. Aquello le pareció una señal divina al Maestre Bobadilla que improvisaría un altar y se encomendaría a la Virgen como única posibilidad de salvación.
Y ocurrió el milagro: esa noche, el viento comenzó a soplar de manera impetuosa y les llegó un frío tan intenso que heló las aguas de ambos ríos. Los españoles aprovecharon aquella situación insólita para atacar al ejército enemigo cruzando las aguas heladas mientras este dormía. Quedó para la posteridad la siguiente frase del almirante de Hohenlohe:
“Parece que Dios es español al obrar tan grande milagro”.
Nadie había sospechado la posibilidad de que se congelaran las aguas y mucho menos que eso les facilitara la victoria a los tercios españoles.
La batalla se hizo muy célebre por aquel milagro y desde ese mismo día los soldados proclamaron a la Inmaculada Concepción como patrona de los Tercios españoles y como protectora de los mismos.
El 8 de diciembre de 1854, siglos después y a través de la correspondiente bula papal, se proclamó el dogma católico de la Concepción Inmaculada de la Virgen. Años después, en 1892, fue solicitada por parte de la Infantería de Tierra de España una Orden Real de Doña Cristina de Habsburgo para que la virgen de la Inmaculada fuera patrona del Arma de Infantería. Así quedó proclamada hasta hoy.
Gracias a esta bonita iniciativa de esta Asociación del Tercio de Olivares, los sevillanos podemos escuchar música del Renacimiento y admirar a sus personajes caracterizados, que no disfrazados, desfilando tras una tabla pintada de la Virgen de la Inmaculada por las calles del casco histórico. Bonita estampa que cada año tiene mayor expectación en la ciudad.
Referencias:
http://www.terciodeolivares.es/
https://sevilla.abc.es/sevilla/tercio-olivares-vuelve-siglo-desfilar-sevilla-20221207194637-nts.html
Jesús Parada.
Graduado en Historia por la Universidad de Sevilla. Máster en Estudios Históricos Avanzados en Historia Antigua y de Profesorado en Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachillerato. Redactor Web.