En día 16 de febrero del año 2023, los compañeros de radio de Sevilla Misterios y Leyendas, dedicaron un prolífico programa a la Aviación en una ciudad con tanta importancia para este ámbito como es Sevilla, para cual se entrevistó a diferentes personalidades expertas en diferentes aspectos vinculados con la materia. El presente artículo está centrado así en la temática mencionada.
1. Orígenes de la aviación en Sevilla
Las ascensiones en globo aerostático fueron desde finales del siglo XVIII una forma de vuelo en la que científicos, artistas y viajeros pudieron poner sus intereses a la altura de las aves, desarrollando experiencias y profesiones de muy distinto carácter. Los hombres, y no pocas mujeres, pioneros de la aerostación, convirtieron la disciplina en la primera escuela práctica de la aeronáutica. Su existencia transcurrió plena durante todo el siglo XIX, protagonizando interesantes capítulos de la vida científica y cultural europea y americana.
España asimiló desde temprano la novedad del vuelo en globos, y, en Sevilla, afamados pilotos como Vincenzo Lunardi, Eugène Poitevin o Françoise Arban; mostraron sus facultades proporcionando momentos inolvidables a sus contemporáneos. Los distintos gobiernos, la vida social, científica y cultural, el tejido fabril e industrial, las costumbres y el uso cívico del espacio urbano condicionaron, por su parte, la forma en que la aeronáutica se desenvolvió y evolucionó en la ciudad como ciencia y espectáculo.
El público sevillano, con vecinos de toda extracción, intelectuales, nobles y reyes incluidos, pudo contemplar numerosos ejemplos de estos vuelos en globo, tomando unos la forma de experimentos científicos y otros la de espectáculos recreativos. La aerostación, un medio de vuelo limitado desde su nacimiento, fue también objeto del desarrollo de ideas para su mejora. En la capital andaluza los inventores encontraron quienes les escucharan y financiaran en sus proyectos, y el pulso entre estos y sus protectores dibujó escenas llenas de matices. En sus cielos se probaron todos los ingredientes de esta nueva forma de desplazamiento, de entretenimiento y, por qué no, sobrecogedora manera de accidentarse o perder la vida.
No obstante, la historia de la aviación, y más aún del transporte aéreo, comienza verdaderamente en el siglo XX. En la década de 1910 se organiza en Sevilla el primer festival aeronáutico celebrado en nuestro país en el aeródromo de Tablada en Sevilla, siendo vuelos a escasa altura, de apenas unos minutos, para no salir del campo de visión de aquellos que han pagado por ver el espectáculo.
Se sucedieron a continuación proyectos tanto militares como civiles en los que tuvieron protagonismo personajes muy ambivalentes como Manuel Delgado Brackenbury, aviador y escultor al mismo tiempo, autor de la fuente de la Puerta de Jerez y patrocinador de la Copa Brackenbury para la primera tripulación que consiguiera cubrir la distancia Madrid-Sevilla, abriendo con ello la era de las aerolíneas comerciales españolas. Las proezas continuaron con el establecimiento de la primera línea internacional, al unir Sevilla con Larache en 1921, y al constituirse en cabecera de los dirigibles entre Europa y América. Para conseguir la Línea Europa-Buenos Aires fueron adecuados los terrenos de lo que ahora se llama Aeropuerto Viejo en el que atracó decenas de veces el Graf Zeppelin.
Esos años y los que discurrirían hasta el final de la II República serían los de las hazañas legendarias. Resalta la del “Cuatro Vientos”, vuelo realizado sin escalas desde Sevilla a Camagüey (Cuba) el 10 de junio de 1933, con final en la trágica y misteriosa desaparición del aparato y sus tripulantes. También destacan otras exitosas como la del hidroavión “Plus Ultra”, que, partiendo de Palos de la Frontera y llegando a Argentina, volvería en 1926 a Sevilla sobre la cubierta del navío Buenos Aires; o las del “Breguet Jesús del Gran Poder”, que logró en 1929 volar hasta Bahía, en Brasil, decorado con motivos sevillanos por Martínez de León y otros artistas, para a continuación visitar otros países.
2. De la “Hispano Aviación” a “CASA”
El gran impulso para la aviación en Sevilla tiene lugar con la creación de la conocida como “Hispano Aviación”, una antigua fábrica española de aviones de combate ubicada en el barrio Triana, concretamente en la calle San Jacinto, que también cuenta con una historia peculiar.
En 1902, tras declararse en quiebra la “Compañía General Española de Coches Automóviles Emilio de la Cuadra, Sociedad en Comandita”, la “J. Castro, Sociedad en Comandita, Fábrica Hispano-Suiza de Automóviles”; que hereda los talleres y personal con el ingeniero suizo Marc Birkigt como director técnico. Tras otra quiebra, Damià Mateu, empresario del metal y acreedor de la empresa, se hace cargo del proyecto y surge “La Hispano-Suiza, Fábrica de Automóviles, S. A.”, la famosa “Hispano-Suiza”. El nuevo proyecto cuaja y la empresa se desarrolla exitosamente en el mundo de los automóviles de lujo y se internacionaliza montando una fábrica cerca de París. En 1915, como respuesta a una sugerencia de la Casa Real, la compañía comenzó a fabricar motores de aviación. Marc Birkigt diseña y produce uno con el bloque de aleación de aluminio, que tuvo un éxito inmediato.
Se creó además una moderna factoría en Guadalajara, la “Hispano Guadalajara”, así como una nueva empresa, la “Hispano Aircraft”. Por diferentes causas la fábrica cambió de propietario varias veces hasta el cierre definitivo de la Hispano Guadalajara en 1932, dividiéndose la empresa en dos partes. La sección de motores y camiones la compró Fiat y, pasado un tiempo, sería el germen de la marca de camiones “Pegaso”.
La sección de aeronáutica permaneció en manos de los antiguos dueños y se mantuvo funcionando hasta la Guerra Civil. Durante esta, el Comité de Trabajadores se hizo con el control de la Hispano-Suiza y trasladó la producción de aviones a Alicante. Mientras tanto, los antiguos propietarios de la fábrica, exiliados en Francia, crean un taller en Sevilla para la reparación de los aviones de los sublevados. Tras la guerra civil, en 1943, es parcialmente nacionalizada y da lugar a “La Hispano Aviación”, que echó a andar en Sevilla con antiguo personal de Guadalajara y desarrolló su actividad entre 1943 y 1972, si bien en 1971 fue ya absorbida por otra fábrica de aviación, la de “Construcciones Aeronáuticas” (CASA).
En la actualidad, el antiguo recinto de la fábrica alberga múltiples edificios de viviendas, tanto aquellas construidas para los obreros de la fábrica como otras edificadas o reformadas con posterioridad al cierre de esta. Además, los edificios que albergaban la maquinaria industrial y los almacenes han sido transformados y reconvertidos en instalaciones deportivas.
Por su parte, las instalaciones de CASA, han dado a luz productos como el C-212 “Aviocar”, el avión español más difundido y conocido del mundo, del que se han vendido a decenas de países casi medio millar de ejemplares. A sus muchos méritos, el “Abuelo”, apodo por el que es conocido este robusto y eficiente bimotor, se une la cualidad de haber sido un verdadero engendrador de empresas auxiliares.
Por otro lado, en las instalaciones sevillanas en las que nacieron estos transportes utilitarios pueden verse actualmente las líneas de “hijos” (los no menos conocidos CN-235 y C-295), que constituyen, junto al A400M, la oferta de aviones militares de Airbus; productos fabricados para distintas tareas que incluyen el rescate marítimo y que son todo un éxito internacional de ventas, tras ser exportados a los más distantes lugares.
3. La Base Aérea de Tablada
La Base Aérea de Tablada, fundada en los primeros años de la aviación, jugó un papel crucial como uno de los primeros aeródromos militares, facilitando el desarrollo de técnicas, entrenamientos y operaciones aéreas que serían fundamentales en los años venideros. Situada en una ubicación privilegiada, no solo servía como punto estratégico para la defensa del territorio nacional, sino también como un centro neurálgico para la formación de pilotos y técnicos, la experimentación con nuevas tecnologías aeronáuticas y el mantenimiento de aeronaves.
La Base Aérea de Tablada fue establecida en las primeras décadas del siglo XX, siendo una de las instalaciones aeronáuticas militares más antiguas de España. Su creación marcó el inicio de la aviación militar organizada en el país. Durante la Guerra Civil Española, la Base Aérea de Tablada desempeñó un papel crucial como centro de operaciones aéreas para las fuerzas republicanas, siendo un punto estratégico para la realización de misiones de combate, reconocimiento y transporte.
En el contexto de la Guerra Fría, la Base Aérea de Tablada aumentó su importancia estratégica, adaptando sus operaciones y capacitación para enfrentar potenciales amenazas. También participó en ejercicios conjuntos con aliados de la OTAN, fortaleciendo su capacidad defensiva y de cooperación internacional.
En el siglo XXI, la Base Aérea de Tablada continúa evolucionando, adaptándose a los avances tecnológicos y a las nuevas necesidades de la defensa y la formación aeronáutica militar. El avance tecnológico es una constante en la Base Aérea de Tablada, que incorpora regularmente nuevos modelos de aeronaves y sistemas de vanguardia para asegurar que la fuerza aérea española se mantenga a la vanguardia en términos de capacidad operativa y eficacia. La introducción de tecnologías de simulación avanzada y drones, por ejemplo, ha revolucionado los programas de entrenamiento y las tácticas de combate, asegurando que la base continúe siendo un centro de excelencia en innovación aeronáutica. Otra de las contribuciones más significativas de la Base Aérea de Tablada a la aviación militar española es su enfoque en la formación y educación. La base alberga varios programas de entrenamiento que abarcan desde la instrucción básica de pilotos hasta cursos especializados en logística, mantenimiento aeronáutico y operaciones tácticas.
Así mismo, la Base Aérea de Tablada ha establecido una relación simbiótica con la comunidad que la rodea. Una de las formas más efectivas es a través de la organización de eventos culturales y jornadas de puertas abiertas. que permiten a las personas experimentar de cerca el mundo de la aviación, conocer a los profesionales que trabajan en la base y ver de cerca las aeronaves. Además, otro pilar en la relación entre la Base Aérea de Tablada y la comunidad es su museo de aeronáutica, que alberga una impresionante colección de aeronaves históricas, artefactos y exposiciones interactivas sobre la historia de la aviación militar en España.
Por último, los principales desafíos para el futuro incluyen la integración continua de nuevas tecnologías, la sostenibilidad ambiental de sus operaciones y la adaptación a un entorno de seguridad global cambiante. La base está comprometida con proyectos de modernización y sostenibilidad para enfrentar estos retos.
4. La Virgen de Loreto
Finalmente, no podemos dejar de mencionar a la patrona de la Aviación, la Virgen de Loreto, que cuenta con una advocación de gran renombre en Sevilla. Cuenta la leyenda que cuando los cruzados tomaron Tierra Santa, empezaron a llevar hacia Italia materiales para construir una casa a imitación de lo que pudo ser el hogar donde vivió Jesús durante 30 años de su vida, en Nazaret. La casa de Jesús de Nazaret era un centro de peregrinación para los primeros cristianos, por lo que cuando los sarracenos conquistaron Tierra Santa atacaron lugares emblemáticos para la religión cristiana como la propia casa del Mesías cristiano.
La leyenda establece que fueron los ángeles los que el 12 de mayo de 1291 trasladaron la casa hasta un lugar llamado Tersatto, en la actual Croacia. Cuando los vecinos de esta pequeña aldea salieron y descubrieron la casa, entraron y comprobaron que dentro había un altar con una imagen de la Virgen María con el Niño Jesús en sus brazos. Días más tarde la Virgen se le apareció a un habitante de aquella localidad y comunicó que “la casa que recientemente fue traída aquí es la misma donde yo nací y crecí y aquí mismo fue donde yo concebí al Hijo del Hombre, donde el Verbo se hizo carne”. Aquel hombre difundió aquella aparición y se convirtió en un lugar de peregrinación. Sin embargo, tres años después, el 10 de diciembre de 1294, la casa desapareció.
Sin embargo, unos pastores italianos la vieron sobrevolando el mar siendo portada por los ángeles hasta un lugar llamado Banderuola, donde se volvió a convertir en un centro de peregrinación. Sin embargo, aquel lugar no era seguro para los peregrinos que soportaban continuos asaltos, por lo que volvió a ser trasladada a una finca, desde la que partió volando hasta un bosque de laureles conocido en latín como Lauretum.
Dos años más tarde, y tras haberse producido numerosos milagros en torno a ella, la Virgen volvió a aparecerse a un lugareño explicándole toda la historia de aquella casa. Este hombre, llamado Pablo, comentó aquello a los habitantes del pueblo, que comenzaron a recorrer los sitios donde presumiblemente estuvo aquella casa. De esta forma comenzaron a acudir nuevamente a la casa miles de peregrinos, convirtiéndose en uno de los lugares más sagrados del mundo.
Aquel lugar, Lauretum, ha llegado hasta nuestros días como Loreto, que significa bosque de laurel. De este modo, y por sus continuos traslados por el aire, a la Virgen de Loreto se le nombró patrona de la Aviación. En Sevilla, su advocación está representada por Nuestra Señora de Loreto de la Hermandad de San Isidoro, que cada Viernes Santo recorre las calles de la capital hispalense tras el paso de la otra imagen titular de la hermandad, Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas.
5. Bibliografía
https://editorial.us.es/es/detalle-libro/719874/la-aeronautica-en-sevilla
https://www.elcorreoweb.es/andalucia/2016/11/17/sevilla-aviacion-104813914.html
https://fibes.es/blog/centenario-industria-aeroespacial-sevilla/
Jesús Parada.
Graduado en Historia por la Universidad de Sevilla. Máster en Estudios Históricos Avanzados en Historia Antigua y de Profesorado en Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachillerato. Redactor Web.
