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Valencina calcolítica

En el programa de radio de Sevilla Misterios y Leyendas del 30 de marzo del pasado año, los compañeros Sonia Figueroa y Santiago Roldán dedicaron un espacio a disertir sobre el yacimiento calcolítico de la vecina localidad sevillana de Valencina de la Concepción, aportando unos datos interesantes que serán expuestos en el presente artículo.

1. La Edad del Cobre en la Península Ibérica

Para comenzar se debe hacer referencia a la Edad del Cobre, que abarcó desde el 3000 al 2200 a.C., dando lugar a la cultura calcolítica, que se desarrollaría en la Península Ibérica entre 2500 y 1800 a.C. Esta cultura, caracterizada por el uso del cobre, estaba formada por comunidades que vivían en asentamientos sedentarios y que practicaban una agricultura y ganadería considerablemente avanzada para su época. Esta cultura calcolítica se vería reflejada en la península especialmente en dos culturas, la de los Millares y la del Vaso Campaniforme.

La cultura de los Millares se desarrolló en Almería, donde se han encontrado un recinto amurallado con una necrópolis junto con la presencia de objetos de influencia oriental.

Por su parte, la cultura del Vaso Campaniforme se extendió por diferentes zonas peninsulares y contaba con variantes como el marítimo y el continental, pudiendo mencionar diferentes yacimientos como el de Ciempozuelos y Carmona.

2. Valencina calcolítica

En la provincia de Sevilla, el yacimiento calcolítico de mayor importancia es el de Valencina, ubicado en una zona elevada al oeste del río Guadalquivir, a unos 8 kilómetros al norte de la ciudad de Sevilla, en la comarca del Aljarafe. Fue descubierto en 1860 por el arqueólogo belga Louis Siret, quien llevó a cabo las primeras excavaciones en el lugar. El asentamiento se caracteriza por su gran extensión y complejidad, con una superficie de más de 450 hectáreas en la zona de Valencina de la Concepción, que junto a las de la vecina Castilleja de Guzmán configuran una zona arqueológica protegida de casi 780 hectáreas. Esta extensión junto con los hallazgos que se han realizado en su interior convierte a este yacimiento de la Edad del Cobre en uno de los más importantes de la península y de Europa.

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En su interior se han identificado diversas estructuras arquitectónicas, como viviendas, edificios públicos, recintos ceremoniales y sepulcros como los Tholos de La Pastora, Matarrubilla y Montelirio. También se han encontrado cientos de objetos de espectacular belleza de oro, marfil, cuarzo cristalino, ámbar, jade, conchas, cáscara de huevo de avestruz, pedernal y cobre como las puntas de flecha ceremoniales y, más de cien cuchillos de cobre de, hachas, punzones y puntas de lanza, y la icónica y llamativa daga de cristal de roca descubierta.

Las diversas campañas de excavaciones e investigaciones científicas promovidas durante las dos últimas décadas sugieren que el enclave fue un importante núcleo de comercio, con mercancías llegadas desde puntos muy lejanos como Asia Occidental, el África subsahariana, la isla de Sicilia o el norte de la Península Ibérica. De esta forma, arqueólogos de las universidades de Sevilla, Huelva y Alemania han encontrado docenas de estatuillas de marfil, principalmente marfil africano, pero también asiático; copas, peines ornamentales, joyería, láminas de oro procedente del suroeste de la Península Ibérica o cuentas de ámbar probablemente importadas de la zona de la actual Sicilia.

Los Tholos y Dólmenes son un importante ejemplo de la arquitectura megalítica en la península ibérica y su estudio ha permitido conocer mejor las prácticas funerarias y las creencias religiosas de las sociedades prehistóricas de la zona.

Respecto a los Tholos, son construcciones de planta circular realizadas con grandes bloques de piedra caliza, y que presentan una cámara central rodeada por un corredor exterior. Se estima que su función principal era la de servir como tumbas colectivas, donde se enterraban los miembros de una comunidad.

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Por su parte, los Dolmenes son estructuras funerarias que consisten en una cámara sepulcral cubierta por una losa de piedra. En ocasiones se han encontrado pasillos de acceso a la cámara y corredores exteriores, lo que indica que también se trataba de tumbas colectivas.

Resaltan los mencionados Tholos de La Pastora y Mataburrilla especialmente.

El tholos de La Pastora, como suele pasar en estos casos, fue descubierto por casualidad cuando en 1860 se llevaban a cabo trabajos agrícolas para la plantación de un viñedo en la finca de Divina Pastora, de la que tomó el nombre. Recientes investigaciones han fechado su construcción en la primera mitad del tercer milenio a.C. Arquitectónicamente, La Pastora destaca por contar con un largo corredor de 42 metros de largo y 1 de ancho que conduce hasta una pequeña cámara circular de 2,5 m de diámetro y 3 de altura. Sus paredes se levantan con hileras de pizarra superpuestas y mampostería que se dividen en diferentes tramos mediante grandes dinteles rocosos de arenisca y granito en los que posiblemente hubiera puertas. Como curiosidad, la orientación de la entrada de La Pastora, mirando al ocaso solar, es diferente al de la mayoría de los megalitos andaluces, que se orientan a la salida del sol, y en su interior se encontró un conjunto de jabalinas realizadas en cobre.

El tholos de Matarrubilla, al sur de Valencina, data de alrededor del 2500 a.C. Su descubrimiento en 1917 y las excavaciones posteriores en 1918 y 1955 han proporcionado información sobre la vida y las costumbres de las personas que lo construyeron. Posee igualmente un largo corredor con paredes adornadas con grabados y pinturas que culmina en una cámara circular donde resalta especialmente la localización de un monolito de piedra de gran tamaño interpretado como pila o mesa de ofrendas. Esto le otorga también como en el caso de La Pastora una especial significación relacionada probablemente con la funcionalidad ceremonial, puesto que dado su tamaño la pila debió colocarse antes de la culminación de la construcción de las paredes y la techumbre, siendo por tanto un elemento clave en el diseño del monumento.

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Para culminar, se debe decir que el proyecto Valencina-Nord, promovido desde 2014 por el Instituto Arqueológico Alemán, la Universidad de Würzburg en Alemania y la Universidad Autónoma de Madrid; llevaron a cabo una campaña de investigación entre septiembre y octubre de 2022, logrando grandes avances. Entre estos, consiguieron confirmar cinco recintos de grandes fosos que ya habían sido identificados en anteriores campañas y descubrieron otras dos líneas de fosos y un nuevo recinto circular pequeño con un diámetro de 120 metros, que se suma a otra estructura similar ya detectada antes. Además, esta investigación ha identificado una vasta necrópolis septentrional con cerca de 80 posibles nuevas tumbas.

 

3. Bibliografía

https://sevillaentubolsillo.dipusevilla.es/node/39114

https://www.eldiario.es/viajes/viaje-valencina-concepcion-dolmenes-edad-cobre_1_9023139.html

https://aljarafe5sentidos.com/dolmen-de-matarrubilla/

https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=322241

https://www.juntadeandalucia.es/averroes/centros-tic/23001263/helvia/aula/archivos/repositorio/0/79/html/primeros%20ocupas%20de%20Andalucia/paginas/periodos/metales-anda-vaso.htm

 

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