
Sevilla, como toda Andalucía, tiene una historia y una cultura más que relevante. Desde finales del siglo XIX hasta la Guerra Civil, nuestra ciudad disfrutaba de unos escenarios localizados en una serie de teatros que a día de hoy se encuentran en desuso, derruidos o simplemente sustituidos por otros negocios. Estos teatros sirvieron de centros culturales, y especialmente musicales, para el disfrute de los ciudadanos. En el presente artículo se hará referencia a algunos de ellos para recordar una época dorada de la cultura sevillana.
1. Antiguos teatros de Sevilla
1. Teatro Álvarez Quintero: ubicado en la calle Laraña, fue un proyecto de los años cuarenta del siglo XX de los arquitectos Rodrigo y Felipe Medina. El teatro se construye en el mismo lugar en el que en los años veinte estaba previsto el Teatro Luca de Tena, auspiciado por Torcuato Luca de Tena y que había diseñado Aníbal González. El actual edificio se inaugura el 12 de octubre de 1950. En la parte superior de la torre que hace esquina con la calle Arguijo se encuentran los dos veleros que simbolizan a los hermanos Quintero, un elemento que también podemos encontrar en el monumento ubicado en el Parque de María Luisa. Tras cerrar como teatro en 1987, reabrió sus puertas como centro cultural de Cajasol en 1999, gozando de una frenética actividad escénica desde entonces.
2. Teatro Eslava: era un centro de disfrute de muchas actividades situado en el espacio ocupado actualmente por el hotel Alfonso XIII. Acogió óperas como ‘Aida’, ‘Carmen’ y ‘Otello’; además de espectáculos de zarzuela. Era de verano y el patio de butacas era eso, un patio sin muros, ventilado y techado con lonas. El recinto pronto se convirtió en algo más que un teatro para pasar a ser un centro de ocio, que diríamos hoy en día. Fue derribado en 1916 y en su lugar se hizo el famoso hotel.
3. Teatro-Cine Cervantes: construido por Juan Talavera de la Vega en 1873, tras el derribo del Teatro San Fernando se convirtió en el espacio escénico más antiguo de la ciudad. El edificio, con un aforo que supera las dos mil localidades, conserva su interior prácticamente intacto, a pesar de los cambios introducidos en la década de los sesenta para adaptarlo como cine. A partir de los años 50 del pasado siglo, se remodela para su conversión en sala de cine, pasando a llamarse Cine Cervantes, situado muy cerca de la Alameda de Hércules, en la calle Amor de Dios. El cine Cervantes ya se ha convertido en un símbolo de Sevilla y por ello la Junta decidió declararlo Bien de Interés Cultural (BIC) y así incluirlo en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía. El cine reabrió sus puertas en octubre de 2023 y fue una de las sedes de la 20.º edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla, que se celebró del 23 al 29 de noviembre del pasado año.
4. Teatro Coliseo España: en un principio el edificio fue inaugurado como cine bajo la denominación de Teatro Reina Mercedes, siguuió como Teatro Reina Victoria Eugenia y ,finalmente, el 3 de diciembre de 1931, se denominó como Teatro Coliseo España. El promotor, Ildefonso Marañón y Levin, le encargó el edificio al arquitecto regionalista José Gómez Millán, el cual diseñó el edificio con la ayuda de su hermano menor, Aurelio. En aquel entonces, Aurelio Gómez Millán era discípulo de Aníbal González, lo que explica el uso del ladrillo visto, los paneles cerámicos y las columnas de mármol. Debido a los malos resultados financieros, es vendido a Previsión Española y en la década de los años 60 del pasado siglo, pasa a ser propiedad del Banco de Vizcaya, que elabora un proyecto de demolición en 1969 y para evitarlo, el alcalde de Sevilla, Juan Fernández Rodríguez, viaja a Madrid. Fruto de estas reuniones es declarado Monumento Histórico-Artístico de Interés Local en 1971, dando al fin carpetazo definitivo a su demolición. Algunos elementos, como la majestuosa lámpara central (que centra hoy el Teatro Lope de Vega) se salvaron, pero en la actualidad sólo conservamos su maravilloso exterior. Finalmente, en 2002 pasa a albergar las oficinas de la Junta de Andalucía.
5. Teatro LLorens: tras su sobrio aspecto exterior se oculta un espectacular espacio neomudéjar construido por José Espiau y Muñoz en 1913. De su interior destaca el trampantojo de la bóveda, que, a pesar de ser pintada, imita una armadura mudéjar. Fue uno de los epicentros musicales de la ciudad y donde la Sociedad Sevillana de conciertos tuvo su sede durante mucho tiempo. Durante muchos años después de su cierre, fue una tienda de ropa y un salón de juegos. Gracias a los descendientes del empresario, el teatro volverá a ser un lugar de reuniones culturales con espectáculos tanto musicales como teatrales.
6. Teatro Imperial: actualmente es una librería con mucho encanto y que inspira nostalgia de lo que un día fue ese maravilloso lugar. Fue inaugurado en 1906 y también fue un café muy característico en la época. Está situado en la Calle Sierpes y tenía capacidad para unas 750 personas. Pero, aunque este lugar es recordado como teatro, se trata de un convento desamortizado en el siglo XIX que fue convertido en el teatro Imperial.
7. Teatro Duque La Imperdible: se trata de una construcción moderna asentada en el edificio de Comisiones Obreras. Ocupa el espacio del derruido Teatro del Duque, edificio de finales del siglo XIX que a su vez se levantó sobre parte del solar de la desaparecida iglesia de San Miguel. El antiguo teatro, demolido en 1938, cerraba el extremo norte de la plaza del Duque, flanqueado por los palacios de Palomares, Sánchez Dalp y Cavaleri. Antes de esto acogió numerosos espectáculos, principalmente de zarzuela, y se representaron algunas obras de los hermanos Álvarez Quintero.
8. Teatro Trajano: ubicado en la calle del mismo nombre, se trata de una joya del regionalismo andaluz y sevillano construido por Ánibal González en 1922. Fue, a parte de un cine y sala X, otro sitio donde la cultura tenía su sede. Tras varios años abandonado parece ser que se va a recuperar como teatro de nuevo gracias a un empresario que quiere convertirlo de nuevo en un espacio cultural.
9. Teatro Pathé: fue el primer espacio concebido en la ciudad como cine. Diseñado por Juan Talavera y Heredia, se inauguró en 1925 con una estética clasicista con elementos modernistas. La imagen actual proviene de la profunda reforma llevada a cabo en los años setenta cuando se eliminó toda la decoración dándole una apariencia más funcional, más “moderna”, para atraer al público juvenil. Cerró sus puertas en los años 80, pasando a ser sala de fiestas e incluso discoteca. Posteriormente, Jesús Quintero acometió de la mano del arquitecto Juan Ruesga la remodelación que conocemos en la actualidad, integrando en un solo espacio el cine, el teatro, la televisión y la comunicación. En 2006 pasó a denominarse Teatro Quintero.
10. Palacio Central: ocupa el espacio del Teatro Principal, que se remonta al siglo XVIII. En la primera mitad del siglo XIX se llevaron a cabo una serie de reformas que culminarían en la segunda mitad de ese mismo siglo y que le dieron el aspecto actual. El nombre de Palacio Cental lo toma en los años cuarenta del pasado siglo XX, cerrando como teatro a mediados de los ochenta. Tras años de abandono, se restauró y actualmente lo ocupan varias firmas de moda.
2. Bibliografía
https://sevillaclasica.es/antiguos-teatros-de-sevilla/
https://culturadesevilla.blogspot.com/2012/07/un-repaso-por-los-teatros-y-cines.html

Jesús Parada.
Graduado en Historia por la Universidad de Sevilla. Máster en Estudios Históricos Avanzados en Historia Antigua y de Profesorado en Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachillerato. Redactor Web.