
La calle Cruces está situada en el Distrito Casco Antiguo de Sevilla. Se inicia en la calle Ximénez de Enciso y termina en la calle Doncellas.
Al inicio de la calle se encuentran tres cruces empotradas en una pared, de madera pintadas de verde, dos al principio de la calle y otra casi a la mitad, y que se remontan al siglo XV. Estas cruces le dieron su nombre antiguo de calle de las Cruces Verdes, y también calle de las Tres Cruces.
El final de la calle se ensancha tanto que parece una verdadera plaza (que muchos llaman equivocadamente “plaza de las Cruces”), y el fondo de la “plaza” pertenece a la calle Doncellas. De hecho, antiguamente se llamó el lugar plazoleta de los Cuatro Vientos.
Este ensanche está presidido por un “calvario”, esto es, tres columnas de piedra coronadas por cruces de hierro forjado. Todo se asienta sobre un pedestal de ladrillos y está cerrado por una reja con faroles en las esquinas.
A estas alturas de historia, alguno de vosotros se habrá preguntado el por qué de estas cruces en la pared, ¿verdad?, ¿Quizá porque la pared pertenecía a un lugar santo?, ¿Un convento, una iglesia, un lugar de peregrinación, quizá?, ¿Era una estación de algún Vía Crucis cercano?…
La respuesta a todas estas preguntas es negativa. La verdadera razón estoy seguro que les va a sorprender: “por razones higiénicas y sanitarias”.
El barrio de Santa Cruz, por su idiosincracia y configuración urbanística, era lugar de concurrencia de bebedores, tunantes, amigos de las tabernas, noctámbulos pendencieros y tunos pandereteros dedicados al buen vivir. Estos especímenes de la baja estopa social, después de beber en las tabernas, desaguaban la vejiga urinaria en cualquier esquina o callejuela estrecha donde no hubiera un candil cercano.
Este líquido dejaba un olor nauseabundo en la calle y, en muchas ocasiones, ayudaba a que los bajos de las paredes mal encaladas se deterioraran. En el caso de la “Calle de las Cruzes”, alguien tuvo la idea de otorgar a la misma cierto cariz religioso apelando al altísimo para que los bebedores fueran a “pecar” a otra esquina lejos de allí.
Simplemente querían que,(apoyados lógicamente por una sociedad marcadamente religiosa) el lugar tomara cierto hábito de santidad para que nadie osara hacer sus necesidades delante de la cruz de Cristo. En un principio, 1490, las cruces fueron de madera sin barnizar, pero, con el tiempo, se pintaron de verde, lo que dio lugar a que la calle tornara su nombre añadiéndole el adjetivo del color al nombre original.
Fuentes: http://sevillapedia.wikanda.es – http://lacomunidad.elpais.com
antoniocamel©2011

Antonio Bejarano.
Sevillano apasionado de la Historia y las Leyendas de su ciudad creó la Web ”Sevilla Misterios y Leyendas” en el año 2010.
En la actualidad es CEO de la misma y Director del programa de radio del mismo nombre que se emite en NEO FM desde 2021.
Muy curiosa la explicación del nombre de la calle. Llama mucho la atención la afición de los sevillanos a hacer aguas menores en la calle. Deberiamos tomar ejemplo e idear algo para que los noctambulos de la actualiadad, algo mas dificíl, dada la falta de religiosidad.
En la calle Cruces numero 6 vivio hace 100 años mi bisabuelo y sus 6 hijas y 1 hijo. Tengo incluso una foto en el zaguan de la casa de una hermana de mi abuela con todos los vecinos de esta finca celebrandolo.
Mi abuela partio de Sevilla en 1915 la foto datara de 2 ó tres años despues.
Si nos manda la foto la publicamos,
saludos
Mi bisabuelo se llamaba Ramon Moraleda y su esposa Manuela Aldehuela, sus hijas Magdalena, la mayor que era mi abuela, de la primera esposa de mi bisabuelo, Cristina, Manolita, otra Magdalena a la que llamaban Magdalenita, Ramona, Mariquita, y Ramón, supongo solo la primera llevaria el apellido de su padre, en aquella epoca…. no se en que fecha dejarian de vivir en la calle Cruces, 6, pero no antes de 1928.
Saluditos