
Si, como dice la canción, Sevilla tiene un color especial es, en gran parte, a sus más de 25.000 naranjos amargos distribuidos por su espacio urbano.
De origen asiático, este árbol (Citrus aurantium Linneo var. Amara) fue introducido en Europa por los marinos genoveses en el siglo X. Posteriormente, fueron los árabes quienes lo extendieron por España. La preferencia de este cítrico para su uso ornamental no sólo se debió ver influida por la hermosura de su porte, sus hojas perennes de verde oscuro o sus flores blancas de delicioso aroma, sino también por la tradición china que viajó con éste que dice que el naranjo amargo da la felicidad a su dueño, además de las virtudes curativas que se le atribuye al agua de azahar.
Aunque el fruto es demasiado amargo para su consumo en fresco, su utilización en la industria es común, sobretodo en confitería. Asimismo, de la flor del naranjo amargo -o flor de azahar- se extraen aceites y esencias muy valorados en perfumería y farmacia. También se utiliza su corteza y su fruto como extracto de fruta para dar sabor a refrescos y licores como el Cointreau y el Curaçao. Y también gozó de popularidad en el pasado el vino de naranja. Pero, sobre todo, su uso más extendido a lo largo de la historia se da en la elaboración de mermeladas.
Fueron los barcos escoceses de la naviera MacAndrew los primeros exportadores de naranja amarga al norte de Inglaterra, que llegaban a Río Tinto cargados de carbón y volvían hacia las islas europeas cargados de hierro y, también, de naranjas amargas. Fue allí donde se produjeron las primeras mermeladas, convirtiéndose en uno de los alimentos indispensables del tradicional desayuno inglés.
Actualmente, la comercialización del fruto tiene un mercado inestable por existir mayor producción que demanda, teniendo en cuenta que el principal consumidor es el Reino Unido. Quizás el mercado británico se ha tornado insuficiente para la plantación de nuevos campos de naranjo amargo, pero ¿es económica y técnicamente viable el aprovechamiento de la naranja amarga urbana?

En el caso sevillano, el Ayuntamiento procede anualmente a la enajenación del fruto, es decir, que adjudica –por una licitación al alza- el dominio de los bienes derivados de estos a los comerciantes interesados, que pueden pujar para la adjudicación de la cosecha, con la obligación de total retirada de los frutos de las naranjas ubicadas en la vía pública, parques, jardines y paseos de la ciudad.
Por un lado, el ayuntamiento externaliza los costes de recogida de las naranjas que, tras su maduración, caen al suelo y ensucian las calles y, por el otro, existe un beneficio económico derivado de un elemento, a priori, ornamental. De todos modos, algunos años los márgenes de beneficio no son demasiado elevados y a veces existen dificultades para la recolección. El precio de venta fluctúa en función de la demanda, completamente dependiente del mercado confitero británico.
Curiosamente, en Sevilla, donde se produce el 89% de la producción de naranja amarga para la producción de mermeladas, no se suele consumir en bares o restaurantes, como afirman los autores del libro ‘El naranjo amargo de Sevilla’, Sabina Rossini Oliva y José Elías Bonells.
Existe la concepción de que un árbol en la ciudad tan sólo es un ornamento, pero como se ve en el caso de los naranjos amargos, no es así. En muchos casos, los árboles urbanos se convierten en símbolos tradicionales; en otros, pueden convertirse en un recurso social y económico. Si nos planteamos el arbolado urbano como algo más que un adorno podemos generar riqueza, tanto económica, como social y ambiental.
En todo esto, el diseño y el urbanismo tienen mucho que aportar. Por ejemplo, podemos plantearnos el diseño de estrategias o campañas que incentiven el consumo de productos elaborados a partir de naranjas amargas (vinos, aceites, dulces,…) a nivel local; o podemos renovar la logística de recolección del fruto, incorporando personas con riesgo de exclusión laboral; o podemos plantar más árboles frutales en las calles y parques al abasto de cualquiera; o podemos rediseñar avenidas y bulevares considerando un mayor número de especies –¡como en los bosques!- y ganando en biodiversidad, por citar algunas ideas.
Así, cuidando el diseño del entramado urbano podemos llegar a recuperar algo de vital importancia para el bienestar de los ciudadanos, que es nuestro vínculo con el territorio, muchas veces olvidado.

La mermelada amarga, es curiuosamente la única a la que llaman marmalade; el resto son jam o preserve (la distinción se basa en el ingrediente de la marmalade, la naranja, y en el toque amargo que aporta, frente al dulzor de las jam). Los “breakfasters” británicos, adictos al desayuno y su cita con el té, la incluyen también en su cesta de picnic, la típica hamper de mimbre de Fortnum & Mason, entre tés, galletas y chocolates..-
Los cítricos tradicionales para la producción de mermelada en el Reino Unido, como le digo es la “naranja de Sevilla”, Citrus aurantium ( naranja amarga o naranja de Sevilla ) así llamado porque son importados desde esta ciudad, es mayor en la pectina de las naranjas dulces, y por lo tanto da una buena mermelada, se puede hacer de los limones, limas, pomelos,o cualquier combinación de éstos, pero imprescindible nuestra naranja .-
En la ciudad escocesa de Dundee tiene una larga historia con la mermelada. En 1797 Keiller James y su madre Janet tenía una pequeña tienda de dulces y conservas en la sección de Seagate de Dundee, que abrió una fábrica de producción de “Dundee Marmalade”, es decir, mermelada con trozos de espesor de la cáscara de naranja de Sevilla. Esta receta (probablemente inventada por su madre) fue un nuevo giro a la fruta.-
Por cierto , si no se quiere llevar una sorpresa la diferencia entre la naranja dulce y la naranja armarga sin probarla, radica en la hoja. La hoja de la naranja amarga tiene al final como un segundo pequeño lobulo , mientras que la dulce no.
La mermelada fabricada con el fruto de los naranjos amargos se pone de moda en Europa gracias a personajes ilustres que visitan nuestra ciudad, como el Duque de Wellington. El entonces general inglés, durante la Guerra de la Independencia contra los franceses, pasó por la ciudad y comprueba personalmente la calidad de la mermelada de naranja amarga, comparable a la mejor de las inglesas y fabricada a partir de los frutos de las naranjas amargas de las huertas de los alrededores de Sevilla y de su Alcázar.
Durante los Siglos XIX y XX estas mermeladas adquieren justa fama en Europa lo que potencian el cultivo en las huertas, pero a partir del año 1950 saturado el mercado su aprovechamiento decae hasta el estado actual.
Gracias a los árabes, el perfume, otro producto de los naranjos amargos, llegó a España y pasó a Francia, que supo industrializarlo, Granada y Sevilla se convirtieron en centros perfumistas equiparables a Bagdad o Damasco.
El naranjo amargo, de tan amplia utilización en el jardín y en agricultura y prototipo del verdadero naranjo cultivado, es el gran eslabón que une los primeros agrios conocido con el fenómeno generalizado y potentísimo que alcanza hasta nuestros días, el cultivo y comercio de los agrios a gran escala.
En Sevilla han existido dos fabricas de transformación y industrialización del aprovechamiento del naranjo amargo, Destilerías Bordas Chinchurreta S.A y Consesa Conservas 8 Sevilla S.A, esta ultima recientemente cerrada, una nueva existe en la actualidad en el Viso del Alcor.
La denominación de mermelada se la atribuye a dos versiones, la versión francesa nace del uso que se hacia de la naranja para aportar Vitamina C a los marineros en las largas travesías para combatir la “enfermedad del mar”, el escorbuto, que ellos denominaban mar-malade. Otra versión es la inglesa, que se atribuye al medico francés de la reina Maria Tudor, cuando padeciendo de falta de apetito, ella ya de por sí muy débil, el medico le recetó mermelada, naciendo el Mary-malade, que con el tiempo se transformó en “marmelade”.
Nombre vulgar del fruto: en árabe: Zemboa
en francés: Bigaradier
en español: Naranja amarga
en ingles: Sevilla orange
en italiano: Arancio amaro
Mediante hidrodestilación de las hojas se obtiene el Aceite Esencial de Petitgrain Bigarade o Eau de Brouts y de la cual se puede obtener un aceite llamado Absoluto de las Aguas de Petitgrain.
Frutos:
que posteriormente se utilizarán en repostería, confitería, etc.
Absoluto Petitgrain Bigarade
Absoluto Aguas de Petitgrain Bigarade
Concreto Petitgrain
Flores:
Agua de Azahar
Aceite Esencial de Azahar
Absoluto de Azahar
Concreto de Azahar
Fruta:
Aceite Esencia de Naranja Amarga
Oleorresina de Naranja Amarga
Naranjitas Amargas
Naranja Amarga (mermelada)

Todavía hoy se encuentra en algunas bodegas, gozó de gran popularidad en el pasado, envejecido, desarrolla su aroma que le da aplicación para la imitación de vinos licorosos.
Se obtiene por la fermentación del zumos, tradicionalmente y como curiosidad
retrospectiva se señala la formula de Roset, que fue la mas generalizada y publicada en Paris en 1831.

Fuente: http://www.veoverde.com – http://www.galeon.com – “El naranjo amargo de Sevilla” de Sabina Rossini y José Elías Bonells.
antoniocamel©2012

Antonio Bejarano.
Sevillano apasionado de la Historia y las Leyendas de su ciudad creó la Web ”Sevilla Misterios y Leyendas” en el año 2010.
En la actualidad es CEO de la misma y Director del programa de radio del mismo nombre que se emite en NEO FM desde 2021.
Un documento valiosísimo y completo, de interés social enorme.
Es sencillamente insuperable.
Solicito tu permiso para divulgarlo, creo que aparte de la información se trata de ofrecer ideas y que se puedan beneficiar personas que están en el maldito paro, y promocionar lo que tenemos más y mejor…
¡ENHORABUENÍSIMA!
hola de nuevo, gracias, por supuesto que si, se trata de eso…de compartir lo nuestro, saludos